jueves, 3 de diciembre de 2015

EL CLUB DE LA QUEJA

¿Te reconoces como alguien que forma parte de este club? ¿De qué te has beneficiado cuando has estado en la queja? ¿La queja te permite avanzar en lo que quieres? ¿Cómo afectan las quejas en tu vida?  ¿En tu trabajo? ¿PARA QUÉ TE QUEJAS?

"Si tu mal tiene remedio, ¿por qué te quejas?; y si no lo tiene ¿por qué te quejas?"
Proverbio Oriental


Existen ciertas personas, ciertos círculos de sujetos que sus vida giran entorno a la queja. 
Suelen encontrar pegas en su trabajo, están acostumbrados  tener conversaciones reactivas, a ver su alrededor apesadumbrados, viven entre el blanco o el negro. No existe la escala de grises en su vida.

Lo que suele suceder en la  les queja:

La persona se lamenta y protesta porque tiene una expectativa de algo que no se cumplió o no se esta cumpliendo, sin que necesariamente antes haya existido un compromiso previo; sino porque, por ejemplo, la persona piensa que las cosas deberían hacerse de una determinada manera, porque eso es "así", porque "al buen entendedor pocas palabras bastan", o sencillamente porque eso es "obvio".

Mantenernos en la queja es un hábito, es cuestión de actitud. Nos mantiene en un estado de ánimo negativo,  es un desgaste de energía. No es fácil darnos cuenta que estamos en el club de la queja, pero no es imposible. Existe la manera de dejar de poner el foco en la queja y ponerlo en otros actos lingüísticos que nos acompañen al crecimiento, a la actividad, con empuje y energía. 



Desde aquí quiero invitaros a reconocer la queja, a escucharla livianamete, ponerle un filtro para poner el foco en la petición que hay en ella. 

La queja está envuelta de emocionalidad y poder fijarnos en lo profundo del mensaje, puede ayudarnos para realizar la petición deseada, poder llegar a un acuerdo. Esto facilitará que en caso de no cumplimiento haya un reclamo:

"Yo te pedí ....., acordamos................. ,  ha sucedido ............., por lo tanto ...............". 


PASOS PARA DARTE DE BAJA DEL CLUB DE LA QUEJA:

1. Reconoce la queja.
2. Identifica la petición que hay en lo profundo de la queja, quitando la emocionalidad.
3. Realiza la petición necesaria. Piensa que en la petición puede darse la Aceptación o la Negación.
4. Establece un acuerdo. 
5. En caso necesario, usa el reclamo para ña petición que realizaste.


Ahora ya dispones de una herramienta para pasar a la acción. Dejar de quejarte ya no es imposible, es una opción. Ya no hay posibilidad para la excusa y poder centrarte en la acción. Desde este momento vas a poder responsabilizarte y de esta manera conseguirás formular objetivos en positivo que te animarán a dar pasos y vivir de forma positiva y proactiva.

¡Mucho éxito!









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